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Howard Rheingold y las multitudes inteligentes (Smart Mobs)

Howard Rheingold es un critico y ensayista estadounidense, que actualmente es profesor de la Universidad de Stanford. Está especializado en las implicaciones culturales, sociales y políticas de las nuevas tecnologías de la información, como internet y la telefonía móvil. Rheingold es conocido por haber acuñado el termino comunidad virtual (Virtual Community) y se le asocia con los teóricos optimistas respecto a las consecuencias sociales del desarrollo de estas comunidades, ya que ve en las comunidades virtuales un instrumento de afirmación de la democracia descentralizada, y, entre otras cuationes se dedica a analizar la hipótesis de las consecuencias surgimiento de una comunidad on line global. Otro de los términos acuñados por el autor es el de Multitudes inteligentes (SmartMobs)  sobre el que ha publicado un libro, en el que él la define como una forma de organización social que nace y se estructura a través de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones móviles. De éste tema hablamos en el diálogo que viene a continuación, que realizamos en su visita a España:

Adolfo Plasencia: ¿Por qué no empezamos por el título de tu último libro ‘Multitudes inteligentes’? ¿Es que tú crees que la inteligencia distribuida, contactada por móvil, genera una inteligencia emergente colectiva?

Howard Rheingold: Te diré una definición de “smart mobs”.  Son grupos de personas que emergen, como tales, cuando las tecnologías les permiten colaborar y organizar sus actividades de forma colectiva, mediante una interacción, que podríamos llamar algo así como “sabia”.

A.P.: Sabia es,… por no poner inteligente.  “Sabia”,  es decir, “con sabiduría”.

H. R.: Sí, porque una ‘Mob’ inteligente (Smart Mob) no necesariamente es una ‘Mob’ sabia.  En inglés, yo creo que las ‘Mobs’ inteligentes tienen una connotación algo distinta de lo que nos da la traducción española de ‘Mobs’, en el sentido de que ‘Mobs’ también tiene una connotación algo siniestra.  Tiene múltiples significados, siendo uno de ellos el de ‘inteligencia colectiva’.  Otro de ellos es que un grupo es capaz de organizar sus actividades de maneras en las cuales sería incapaz de organizarse sin las tecnologías de móviles y de Internet.  Y también hay una especie de descripción (concepto) [corre la especie] de que añadir ordenadores a las cosas les convierte en cosas inteligentes o en casas inteligentes. La gente no es mas inteligente porque el teléfono haga que las personas sean mejores o mas inteligentes porque usan el teléfono móvil, sino porque ese artefacto tecnológico y las tecnologías ligadas a él le dan a la gente la posibilidad de organizarse en un mundo, en un entorno diferente al que hasta ahora sólo había sido posible acceder a través de Internet, mediante los ordenadores conectados a un punto de conexión de la red en una pared.

Entonces hay diferentes connotaciones que, por su puesto, no describen completamente el fenómeno, lo explico con bastante amplitud en el libro.  Hablo del uso de las comunicaciones móviles, hablo del surgimiento de inteligencias colectivas y también creo que hay una diferencia entre las personas que usan las tecnologías para coordinar sus actividades y la gente que, además, entiende cómo funcionan.  Y esa es la razón por la que escribí el libro.  Porque hay un fenómeno que está emergiendo y la gente que participa en él no necesariamente lo entiende o no necesariamente entiende todos sus aspectos. Estamos en las fases tempranas de la emergencia de un nuevo medio que combina el ordenador personal con Internet y el teléfono móvil (teléfono + Internet + wireless + chips ubicuos)

Howard Rheingold en Barcelona. Foto: Adolfo Plasencia

A.P.: ¿Crees que hay ahora una inteligencia artificial en las máquinas digitales? ¿Va a ser posible usar pronto máquinas verdaderamente inteligentes?

H. R.: Bueno, creo que el término de inteligencia artificial se ha utilizado en realidad para describir la inteligencia de las máquinas y en este caso la inteligencia no reside en las máquinas, las máquinas son un mediador de las acciones de la gente.  Simplemente, lo que ocurre es que tecnologías como Internet o como los teléfonos móviles le permiten a la gente realizar acciones colectivas, incluso en el mundo virtual o en el mundo físico, que no podríamos realizar colectivamente sin las tecnologías.

A.P.: Hablemos ahora de los procesos, de los que hablas en tu libro ‘Smarts Mobs’ ¿Crees que estos procesos de las multitudes inteligentes tienen, de alguna manera que ver con los conceptos de evolución, por ejemplo de la evolución espontánea de Friedrich Hayek o de las teorías biológicas de autoorganización o de morfogénesis, que es de lo que habla Alan Turing en sus últimos trabajos?  ¿…esas ideas que algunos de estos científicos  en las que insinúan el que en una masa lo suficientemente grande y especial de actividad biológica puede haber una generación espontánea de inteligencia debido, precisamente, a sobrepasar un cierto umbral o cantidad de masa crítica  de dicha actividad? Por resumir… ¿qué opinas de esa idea de que surge una inteligencia emergente, como resultado de la suma de muchas inteligencias individuales interactuando?  Estos científicos, Hayek y Alan Turing han hablado de ese tipo de procesos aplicados a la inteligencia.

H. R.: No estoy yo tan seguro de que esto esté relacionado con las ideas que giran alrededor de la inteligencia de las máquinas.  Las herramientas son en realidad herramientas de comunicación, no de pensamiento, no son herramientas de pensamiento.  Creo que en realidad da igual que el ordenador tenga o no capacidad de emular la inteligencia en el sentido humano, lo importante es que permite a la gente actuar colectivamente y supongo que es una cuestión filosófica el que les queramos o no dar el nombre de fenómeno emergente, de la misma manera que a las acciones sumadas y acumuladas de mucha gente las llamamos civilización.

A.P.: Muy bien, la siguiente pregunta que debo hacerte es acerca de lo que pasó en Madrid en el ‘11-M’ de 2004.  En tu libro hay un texto-prólogo que habla sobre las multitudes inteligentes de España tras el ‘11 de Marzo’.  Aquella catarsis inducida por el ‘11 de Marzo’ hay quien dice que no fue una autoorganización  ¿Tú crees que fue un fenómeno totalmente espontáneo que ue se modificaba él sólo a sí mismo?  Porque en los mensajes se decía: “el Gobierno miente, pásalo”.  O sea que había una información y una orden.  Entonces ¿la multitud cumplió una orden o fue algo que por sí mismo se autorreguló?

H. R.: Eso en realidad da igual.

A.P.: Te lo decía… por lo de “pásalo”.

H. R.: Sí, yo no estoy muy seguro de si lo entiendo.  Es una frase bastante común y coloquial en cualquier idioma para que la gente organice una acción política.  Y no puedo pretender que tenga yo alguna experiencia en política española, pero lo que sí que me parece una cosa bastante lógica es que la gente se sume a un mensaje como ése.

Howard Rheingold y Adolfo Plasencia durante el diálogo.

A.P: Nicholas Negroponte explicaba la tecnología Wireless en su modalidad WiFi con la metáfora de los nenúfares, que son esas flores horizontales que flotan en la superficie horizontal del agua, y las ranas  ¿no?  La información salta de un lado a otro, o sea de un nenúfar a otro, en un sistema horizontal desjerarquizado.  ¿Son las multitudes inteligentes desjerarquizadas?

H. R.: El fenómeno “Smart Mobs” es aún más horizontal, más lateral…

A.P.: Es decir, ¿no hay una jerarquía?

H. R.: Son comunicaciones laterales. Se pasa la comunicación emitida lateralmente de persona a persona.  Sí, entonces en ese sentido supongo que la de Negroponte es una buena metáfora también.

A.P.: Howard, dices en tu libro sobre el ‘11M’ que con los SMS en España, de alguna manera, murió la televisión.  No sé si tu piensas que lo nuevo mata algo antiguo siempre.  ¿Qué puede morir, además de la televisión, si se universalizan las ‘Smart Mobs’?

H. R.: Bueno, de hecho yo no dije eso, quizá surgió en la traducción.  Pero no se trata de echarle la culpa a la televisión, sino que gente que no tenía acceso a la televisión, a la radio o a los periódicos, podían utilizar las tecnologías de la comunicación para divulgar su mensaje de persona a persona y en realidad no tiene que ver con la televisión, a excepción del hecho de que es una alternativa, un medio para divulgar tu mensaje. Por supuesto la radio no ha acabado con las películas, las películas no han acabado con el teatro, la televisión no acabará con las películas e Internet no acaba con la televisión.  Creo que Marshal McLuhan fue el que dijo que cada vez que aparece un medio nuevo simplemente altera a los demás medios, pero eso no necesariamente está relacionado con acabar con él o sustituirlo.  Simplemente mucha gente utilizó los SMS porque en un entorno deslocalizado no tenían acceso realmente a la televisión.  No es que acabara con la televisión, sino que lo que se alteró es la relación de esa gente con el medio televisivo, ya que lo que utilizó en esa ocasión era un nuevo medio.

A.P.: Decías en un ensayo tuyo hace tiempo, que Internet fue fruto del amor y no del ansia de dinero.  ¿Cómo se puede compatibilizar el espacio libre y gratuito y sin control y el espacio económico de negocio en el ciberespacio móvil?

H. R.: No veo porqué tiene que haber razón alguna para que no puedan coexistir las dos, la gente utiliza el lenguaje con fines comerciales y después lo utiliza para la poesía y uno no excluye al otro.

A.P.: Tu libro Smart Mobs lleva como subtítulo ‘La próxima revolución social’  ¿Tan decisivo crees que va a ser este fenómeno de la conexión deslocalizada o móvil (de ‘Smart Mobs’) para la humanidad, que usted dice que va a ser la próxima revolución social? Las cifras que se maneapuntan a que este 2009 que está a punto de finalizar se venderán en todo el mundo un total de 1.200 millones de dispositivos móviles, incluyendo móviles, netbooks, terminales móviles para el acceso a internet y smatphones.

H. R.: Bueno, sí, porque hay más gente que tiene teléfonos móviles que ordenadores.  En el año pasado se vendieron 800 millones de teléfonos móviles.  Los teléfonos cada vez nos dan más acceso a Internet, la gente los lleva consigo y forman parte de su vida.  Los ordenadores personales, los portátiles no han estado tan disponibles.  Entonces cada vez hay más gente en más sitios capaz de hacer las mismas cosas que se solían hacer con los ordenadores personales y con Internet.  Es importante: mucha, mucha más gente y en muchos más sitios.

A.P. Gracias Howard por tu tiempo y tus opiniones.

H. R.: De nada.

Sunday, March 14th, 2010

Flash Mobs

Compartir lo virtual ya es mas frecuente que compartir lo físico.
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Imágenes de reuniones instantáneas Flash Mobs.

Según el arquitecto y tecnólogo William Mitchell director del MIT Design Laboratory, la diferencia entre las ciudades del siglo XXI y las anteriores radicará en que mientras las ciudades preindustriales eran “esqueleto y piel”, techos y paredes, diseñadas casi en exclusiva para resguardarnos de las inclemencias del tiempo y con infraestructuras y para agua y energía, las del siglo XXI están evolucionando para ser “organismos vivos”, con inteligencia propia y un sistema nervioso esta basado en la red. Sin embargo, yo creo que la metáfora del sistema nervioso del cuerpo constituido por ‘cables’ y conexiones físicas eléctricas orgánicas no simboliza muy bien la nueva tipología de conexiones inalámbricas y wireless que se están convirtiendo en fuente de nuevos fenómenos de prácticas personales y colectivas compartidas en las ciudades.

Steven Spielberg se hizo esa pregunta que nos hacemos todos sobre cómo serán nuestras ciudades dentro de cincuenta años. Eso le preguntó a Mitchell cuando estaba concibiendo una ciudad del futuro –dentro de cincuenta años- que necesitaba como escenario de su película Minority Report. La ansias futuristas de Spielberg fueron rebajadas por Mitchell que dijo al cineasta: “Si quieres la verdad, serán bastante parecidas a como son ahora”. Pero mencionó que serían “ciudades invisiblemente inteligentes”. Es decir que el cambio en las ciudades del siglo XXI va a ir, mucho mas que por el lado de sus aspectos físicos –edificios, calles o urbanismo-, por el de sus aspectos ‘invisibles’ relacionados con la inteligencia y la comunicación que inducirán nuevos comportamientos sociales en los habitantes de las ciudades nunca vistos antes. De esto, que puede parecer enunciado así algo muy abstracto ya tenemos muestras reales: por ejemplo las “Flash Mobs”.

¿Qué es una “Flash Mob”? La primera denominación de estos fenómenos colectivos la estudió Howard Rheingold en su libro “Smart Mobs” (multitudes inteligentes) analizando grupos de personas que actúan colectivamente en acciones de comunicación reuniéndose físicamente de forma súbita, mediante una convocatoria invisible hecha a través de dispositivos de comunicación móvil, -preferentemente a través de mensajes SMS de teléfonos móviles-. Según Wikipedia “Flash Mob”, cuya traducción literal del inglés es “multitud instantánea” (flash –destello, ráfaga-, mob – multitud-), es una acción organizada en la que un gran grupo de personas se reúne de repente en un lugar público, realiza algo inusual y luego se dispersa rápidamente. Suelen convocarse a través de los medios telemáticos (móviles e internet) y, en la mayor parte de los casos, no tienen otro fin que la diversión, pero pueden convocarse también con fines reivindicativos. Hoy ya es una práctica juvenil lúdica frecuente propia de la cibercultura. Estos nuevos fenómenos sociales suelen disgustar a aquellos que no comprenden sus mecanismos. Como dice Mitchell, “el gran problema no es tecnológico, sino cultural. Con la tecnología vamos descubriendo cosas a gran velocidad, pero no conseguimos inventar las convenciones sociales para entenderlas con la misma rapidez”.

Ha habido casos de utilización política de estos fenómenos –el ‘pásalo’ del 14-M en España o en la caída del político filipino Joseph Estrada– pero no se han dados muchos mas porque la emergencia de las smart mobs no se asocia con órdenes –el pásalo era en realidad una orden interesada- sino con ‘compartir’ algo de forma lúdica, divertida y tecnológica: son una nueva forma de compartir colectiva y emotivamente algo, combinando lo virtual (la comunicaciones wireless) con lo físico, como compartir muchas presencias físicas instantáneamente en un lugar concreto. Multitud de presencias virtuales compartidas en la red salen del ciberespacio, se vuelven físicas en un lugar concreto de la ciudad durante un corto tiempo y después vuelven al ciberespacio. Hoy, compartir lo virtual ya es casi mas frecuente que compartir lo físico.

Thursday, September 13th, 2007