La innovación no se busca en la geografía sino en las multitudes

Una de las cuestiones mas debatidas, tanto en los ámbitos académicos como en los económicos o empresariales, es dónde surge el talento y la innovación. En qué lugares van a nacer y florecer las nuevas buenas ideas, es decisivo para los inversores de capital riesgo, que dedícan a ello gran parte de su energía y recursos, la mayor parte de las ocasiones sin mucho éxito. ¿Estará ya entre nosotros el próximo Einstein? Y si es así, ¿dónde y como podemos encontrarlo? Estas son preguntas y razonamientos muy trabajados en todo el mundo académico y científico. En las universidades avanzadas y ricas o en la Academia Sueca que otorga el Nobel, darían cualquier cosa por una solución estable y eficiente a esta búsqueda. Y los inversores, que están en búsqueda constante y se hacen preguntas equivalentes, pero en una línea mas orientada al beneficio: ¿en dónde está o cómo va a surgir la próxima idea ‘iPhone’?

Pero también se la hacen, mucho mas discreta y personalmente las pregunta paralelas correspondiente, precisamente, los innovadores: ¿con qué solución a qué necesidad y a qué problemas tendré éxito?. Ésas preguntas son el primer paso del talento hacia el ¡eureka!

Las respuesta en estos dos ámbitos orientados a objetivos casi equivalentes, parecía estar aún relacionada hast ahora a ‘concepciones’ de base territorial. De ahí que se suelen ver en medio especializados o en documentos de consultoras multitud de listas y resultados de prospecciones de todo tipo de ‘minería de talento’ o innovación que puedan conducir al mayor éxito de rentabilidad económica cuanto antes. Porque todo el mundo sabe ya que el mejor camino hacia el éxito económico en el mundo empresarial, -todos lo dicen- son el talento y la innovación. Pero nadie nos dice, cómo surgen, qué es lo que caracteriza los lugares que los poseen y cómo podemos hacer que emerjan lo mas cerca de nosotros posible. Sí se sabe que es mas probable que surjan en ciertas geografías ya conocidas. Bueno, y hay quién se atreve a afirmar que hay claramente algunos tipos de lugares propicios, por ejemplo, Edward Glaeser, profesor de economía de Harvard, que después pasar décadas investigando el papel que las ciudades desempeñan en la promoción de los logros humanos ha publicado en 2010 su libro “El triunfo de la ciudad“, afirma que “las ciudades magnifican los puntos fuertes de la humanidad porque son lugares que estimulan la innovación, facilitando la ‘interacción cara a cara’, atraen el talento y perfeccionan a través de la competencia, el impulso del espíritu empresarial  y, además, son espacios que permiten la movilidad social y económica”. Cita como ejemplos: Atenas, Londres, Tokio, Bangalore, Kinshasa, Houston, Boston, Singapur o Vancouver. Suena convincente en el siglo XXI, en la era de las metrópolis conectadas. Esto parecía ya instalado como ‘lugar común’ en la cultura global actual.

La búsqueda de Quirky de los creadores de nuevas ideas ha dado unos resultados geográficos sorprendentes

Sin embargo, de pronto, ha aparecido un rompedor análisis que enmienda la plana las conclusiones de Glaser y otros similares. La empresa Quirky acaba de publicar los datos de sobre invenciones e innovaciones en el conjunto de los Estados norteamericanos y con datos muy fiables, echa por tierra los criterios ‘geografistas’ sobre la emergencia de la invención y la innovación.

El método esta mas allá, también, de los diagnósticos sesudos académicos o empresariales. Quirky contacta con las personas que han patentado o presentado una nueva idea o un nuevo invento en EE-UU. en toda la geografía de EE.UU. Después de usar un programa de TV  en el Sundance Chanel estadounidense y la red para generar una votación del mayor número posible de usuarios mediante software social y tras procesar los datos acaba de presentarlos. Y los últimos resultados han sido sorprendentes e inducen ideas muy rompedoras de cómo era la cultura sobre dónde había, probablemente, que esperar que surgieran más nuevas ideas y, por tanto, en dónde habría que focalizar su búsqueda.

De los últimos resultados que ha presentado Quirky, se deducen dos ideas muy rompedoras sobre ello:

a) Probablemente la naturaleza de la innovación está cambiando gracias a Internet; y,

b)  Según sus datos, de este mismo año, aunque la mayoría de las ideas nuevas parecen fluir de las grandes ciudades del país: Nueva York, Los Ángeles, San Francisco, Washington, etc, el detalle del análisis completo de las cifras actuales, dice que las innovaciones parecen estar fluyendo a una velocidad constante por habitante.

En conclusión, la emergencia de la innovación y la invención no se encuentra con mas facilidad de la agrupación de mayor número gente en lugares geográficos concretos (grandes ciudades o regiones por ejemplo), como siempre se había dicho,  sino por lo visto, fluye regularmente de las personas y no de los sitios. Si ello se confirma definitivamente, los inversores tendrán buscar el talento en la multitud y no en los lugares.

Qué interesante.

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Una síntesis de este post fue publicada en la sección ‘Biodiversidad Digital’, en la columna en la página 4 del Suplemento INNOVADORES del diario El Mundo, el 19 de septiembre de 2011.

Sunday, September 25th, 2011

Founders versus CEOs • Creadores versus Gestores

En el mundo de la empresa hay dos visiones sobre su propia esencia, que se necesitan y complementan entre sí pero que libran sordas, largas y muchas veces despiadadas batallas, que suelen desembocar en cruda lucha de poder económico. La línea de tiempo de esos dos mundos, el la creación y el de la gestión, son tan distintas como sus visiones del mundo exterior, su dialéctica y de su cómo materializar las ideas.

Es en el de las Startups en general y en el de las nuevas empresa de base tecnológica en particular, es donde esta dicotomía se hace mas evidente a través del binomio Startup/Innovación.  Como se dice en Wikipedia, las Startups, por lo general, comienzan como un proceso basado en una idea de negocio creativa,  en el que inmediatamente, se pasa a agregar diferenciación a dicha idea a través de la innovación para, finalmente, emprender un negocio caracterizado por su acelerado crecimiento como componente fundamental.  Esto sucede, claro, en lugares con la cultura adecuada, como por ejemplo el Valle del Silicio en California o el entorno de Boston/Massachusetts donde, de forma fluida, las seminales pequeñas empresas obtienen rápida atención de inversionistas tipo ‘Business angels’ con capital inteligente que sus rápidas, móviles y flexibles empresas orientan a realizar inversiones inmediatas no muy altas, pero muy eficientes en comparación al gran inversor.  Las Startups, atraen a estos inversores en capital semilla gracias a expectativas de grandes recompensas que podría darles la escalabilidad exponencial del nuevo negocio en ciernes. En esa etapa, la visión del creador de una nueva idea de negocio de base científica o tecnológica o, simplemente, innovadora para un mercado o sector empresarial concreto, es en este contexto, una visión respetada y dominante sobre los criterios del inversor y las formulas de gestión, ya que sin la primera, el resto no tendría sentido en ese caso concreto. El sistema de valores del emprendedor es guiado por la pasión, la innovación, -en muchos casos, con buena dosis de altruismo-, y por un estilo optimista que se traduce en un día a día en el que los fundadores aún comparten espacio de trabajo con el resto del equipo, la mayoría del personal trabaja mas alla de la jornada laboral típica y aun no filtran su contacto con el exterior (no han contratado secretari@/recepcionista a jornada completa).

Es en la siguiente etapa de crecimiento escalar donde la visión del gestor o “CEO”, (casi siempre alguien externo a los fundadores), se impone a la visión y la misión de los ‘founders’, laminando su generoso ‘altruismo’ en aras de la eficacia  económica y del beneficio a ultranza. Del recurrente choque de visiones de emprendedores/fundadores contra la de gestores (CEOs) hay casos muy conocidos: la actual era Google/CEOEric Schmidt que retuerce al ‘Google innovador y cool’ de Sergey Brin y Larry Page; el pragmático de Yahoo! de hoy que abandonó la alegría original del Yahoo! de David Filo y Jerry Yang. Hay excepciones famosas, como el caso de Steve Jobs, al que yo llamaría un ‘emprendedor perpetuo’.

En síntesis, la historia demuestra que la eliminación de la innovación en la savia de la empresa y su sumisión a los criterios gestores a ultranza,  esclerotiza su espíritu y acaba trasformándola, a pesar de su éxito, en un dinosario caminando lentamente a hacia su extinción. La frase mas común que el CEO susurra al oidodel fundador en el inicio de la nueva etapa es “recuerda que todo lo que hago es por tu bien”.

Columna Publicada en el Suplemento Innovadores de El Mundo el 11 de Octubre de 2010, (pag. 5).

Thursday, October 14th, 2010

Meritocracia Radical

Hal Abelson, uno de los científicos clave y presidente del Comité de Estrategias y Tecnologías Educativas del MIT, me dijo que los tres pilares de los valores del MIT son en primer lugar la “meritocracia radical”, en segundo lugar “la innovación” y en tercer lugar “el conocimiento abierto”, es decir la ‘apertura’.

Adolfo y HalHal Abelson en su despacho en el MIT CSAIL, con Adolfo Plasencia

En el mundo de la empresa y sobre todo en un tejido empresarial de microempresas como el nuestro la meritocracia radical se da por supuesta. ¿A quién se le ocurriría poner a un, -digámoslo claro- inepto, o a un yerno, cuñado (con perdón), o compañero de partido –no de los del fútbol- sin capacidades, en un puesto clave del que dependa garantizar la supervivencia o viabilidad de nuestra empresa? Por eso, en el darwiniano mundo de las microempresas se supone instalada per se la meritocracia radical –salvo raras excepciones, que las hay-

Harold me dijo también que lo de la meritocracia radical no la aplicaban porque eran muy buenas personas o muy altruistas, todo lo contrario. La aplican por una simple cuestión de supervivencia en el liderazgo. Si ella, pasarían en poco tiempo a ser ‘del montón’. Eso les permite ser desde hace medio siglo ser, sin discusión, la primera universidad del mundo en ingenierías y tecnología. Porque la meritocracia radical es muy cruel, sobre todo con los mediocres y tramposos –aunque, por desgracia no siempre-. Un mercado en el que la competencia es real y leal, con leyes claras que se cumplen, en que lo mejor se impone a lo peor, en el que las reglas no son deformadas por los mas próximos a poderes capaces de inclinar la rama y sus frutos hacia ellos, (sin el menor mérito por su parte) es un ecosistema que, como la madre naturaleza evoluciona progresando hacia la diversidad. Si las sociedades en que vivimos se basaran en esas darwinianas reglas evolucionarían en una dirección correcta como lo hace la selección natural. La naturaleza, en realidad no funciona con la aparente ‘ley del mas fuerte’ sino con el modo mas eficiente para sobrevivir, sin embargo socialmente casi parece inevitable que tramposos y especuladores se salgan con la suya. Hecha la ley, hecha la trampa.

El mundo de los innovadores es un ecosistema muy darwiniano en el que también la meritocracia radical –además capacidad de respuesta y asertividad- se le supone. Sin ella es muy, muy difícil innovar. Al principio de nuestra conversación me resultaba raro que Hal me hablara, en uno de los mejores templos del conocimiento ingenieril, de que lo primero es ‘tener’ un sistema de valores. Porque lo de los valores y la ética no lo he visto apenas en nuestro país asociado a temas de ingeniería o de tecnología, sin embargo Habelson esta convencido de que cualquier modelo de éxito en ciencia o ingeniería esta soportado por un sistema de ‘valores’. Los ‘valores’ no solo son, por tanto corralito de humanistas, aunque algunos de ellos hablen de ello con cierta exclusividad excluyente.

Hagamos ahora lo que proponía John Lennon en Imagine. Imagina una economía basada en un sistema de ‘valores’. Imagina que nuestro ecosistema de empresas e innovación estuviera esencialmente basado en la meritocracia radical y la ‘apertura’ del conocimiento. Imagina a nuestro comercio sin trampas, con reguladores guardianes de esos valores que sacan de él a mediocres, tramposos y ventajistas poniendo a cada uno en su lugar. Y ahora comparen lo que se deduce de este ejercicio de imaginar, con el momento actual de nuestra sociedad, nuestros mercados, nuestra economía.

¿Qué cambios creen que habría que hacer a nuestra realidad para acercarla a ese ecosistema que acabamos de imaginar?.

Y una pregunta final, sin animo de ofender ni de afear la conducta a nadie. ¿Por qué creen que muchas nuestra mejores cabezas trabajan e innovan tan lejos, si aquí se come y vive tan bien y tenemos tan buen clima? Si no es por lo que tenemos… ¿Será por algo que nos falta?

4 Cientificos-p

Artículo publicado en el Suplemento Innovadores de El Mundo el 25 de enero de 2010 (página 5)

Wednesday, March 3rd, 2010