Silicon Valley 2.0
Este post esta escrito aún bajo los efectos euforizantes de la lectura de un libro sobre innovación y, mas concretamente, sobre las claves de la innovación que han hecho posible el milagro empresarial y tecnológico de Silicon Valley tal como lo conocemos. Este libro (Silicon Valley. The ecology of innovation), escrito por Tapan Munroe y Mark Westwind, analiza la alquimia de la innovación del ya célebre Valle del Silicio, así bautizado por el emprendedor californiano Ralph Vaerst y acuñado como marca por el periodista Dan Hoefler en 1971 en la revista económica MicroElectronic News. Los autores sacan sus conclusiones en el texto sobre cuáles ha sido los factores que ha materializado la primera y mas paradigmática de las 59 regiones tecnológicas que hay diseminadas por todo el mundo.
Por mi parte, la lectura, además de conocer mas a fondo la región de cultura de base tecnológica por excelencia, me ha reforzado mi anterior convicción de que existe una emergencia de un Silicon Valley 2.0 que ya nos se basa en el paradigma de la electrónica, el hardware, los chips y el silicio como materia fundante, sino que es un ente propio de la ‘Era de los Efecto de la Red’. como la llama Tim O’Reilly, y que ya no pivota sobre el ‘valle’ sino sobre la Bahía de San Francisco (SF Bay) y que su materia prima es el software y su inmensa combinatoria de aplicaciones sobre Cloud Computing; su maquinaría física básica son las inmensa ‘granjas de servidores’ que contienen en su interior cientos de miles de servidores y, su parte operativa humana, sus ‘kibernos’ o ‘conductores cibernéticos, se concentran mayoritariamente en torno a la Bahía de San Francisco, donde en muy pocos kilometros de concentran los headquaters de ‘empresas nativas 2.0’ como Twitter (Bryant Street), Google (Amphitheatre Parkway), Yahoo! (Ave. Sunnyvale), Creative Commons Corporation?(2nd. Street), Facebook (Paul Av/California Av.); You Tube (Cherry Ave, San Bruno, SF), y una miríada mas, todas ellas, marcas conocidas en el mundo entero y en la red. (curiosamente, en cambio, My Space se ubica Beverly Hills). Hay muchos ejemplos mas que no caben aquí, que me han convencido de que, literalmente, en torno a la Bahía de San Francisco, esta emergiendo el “Silicon Valley 2.0” consecuencia de que el centro geográfico gravitatorio dominante de la innovación tecnológica ha pasado del ‘atractor’ del Silicon Valley (Santa Clara) a los márgenes de la bahía de San Francisco.
Atardecer en SanFrancisco y su Bahia desde Twin Peaks. Foto Christian Mehlführer. Wikimedia CC.
Sin embargo, la misma alquimia de la innovación de Silicon Valley que diagnostican Munroe y Westwind en su libro, rige y continua en este “Silicon Valley 2.0”. Los componentes claves que se concentran son: emprendedores venidos de todo el mundo; capital riesgo presente casi en cada calle; trabajadores del conocimiento con alto nivel de talento y muy disputados (su constante migración de unas empresas a otra genera un reflujo constante de Know How); Redes Sociales generando networking día y noche y, al menos cuatro campus de universidades tecnológicas de primer nivel mundial en las proximidades, que realimentan de creatividad a este “Silicon Valley 2.0” y que a su vez, también son grandes atractores de talento.
Y finalmente, un factor que para mí es definitivo en el ecosistema de innovación de esta “Silicon Valley 2.0”: una cultura científica y tecnológica que se apoya en dos pilares: es inusualmente abierta; capaz de combinar una enorme flexibilidad y adaptación al cambio continuado y una poderosa determinación para reciclar todo su talento y reinventarse tras cada ciclo tecnológico y empresarial. Es decir, en palabras de Tapan Munroe y Mark Westwind: “las personas que abrazan [aquí] la cultura Start-up se sienten cómodas porque la cultura de Silicon Valley consiste en aceptar con toda naturalidad el fracaso honesto”.
Artículo publicado en el Suplemento Innovadores EM del 20 se septiembre de 2010 (pag.5).