Hal Abelson, uno de los científicos clave y presidente del Comité de Estrategias y Tecnologías Educativas del MIT, me dijo que los tres pilares de los valores del MIT son en primer lugar la “meritocracia radical”, en segundo lugar “la innovación” y en tercer lugar “el conocimiento abierto”, es decir la ‘apertura’.
En el mundo de la empresa y sobre todo en un tejido empresarial de microempresas como el nuestro la meritocracia radical se da por supuesta. ¿A quién se le ocurriría poner a un, -digámoslo claro- inepto, o a un yerno, cuñado (con perdón), o compañero de partido –no de los del fútbol- sin capacidades, en un puesto clave del que dependa garantizar la supervivencia o viabilidad de nuestra empresa? Por eso, en el darwiniano mundo de las microempresas se supone instalada per se la meritocracia radical –salvo raras excepciones, que las hay-
Harold me dijo también que lo de la meritocracia radical no la aplicaban porque eran muy buenas personas o muy altruistas, todo lo contrario. La aplican por una simple cuestión de supervivencia en el liderazgo. Si ella, pasarían en poco tiempo a ser ‘del montón’. Eso les permite ser desde hace medio siglo ser, sin discusión, la primera universidad del mundo en ingenierías y tecnología. Porque la meritocracia radical es muy cruel, sobre todo con los mediocres y tramposos –aunque, por desgracia no siempre-. Un mercado en el que la competencia es real y leal, con leyes claras que se cumplen, en que lo mejor se impone a lo peor, en el que las reglas no son deformadas por los mas próximos a poderes capaces de inclinar la rama y sus frutos hacia ellos, (sin el menor mérito por su parte) es un ecosistema que, como la madre naturaleza evoluciona progresando hacia la diversidad. Si las sociedades en que vivimos se basaran en esas darwinianas reglas evolucionarían en una dirección correcta como lo hace la selección natural. La naturaleza, en realidad no funciona con la aparente ‘ley del mas fuerte’ sino con el modo mas eficiente para sobrevivir, sin embargo socialmente casi parece inevitable que tramposos y especuladores se salgan con la suya. Hecha la ley, hecha la trampa.
El mundo de los innovadores es un ecosistema muy darwiniano en el que también la meritocracia radical –además capacidad de respuesta y asertividad- se le supone. Sin ella es muy, muy difícil innovar. Al principio de nuestra conversación me resultaba raro que Hal me hablara, en uno de los mejores templos del conocimiento ingenieril, de que lo primero es ‘tener’ un sistema de valores. Porque lo de los valores y la ética no lo he visto apenas en nuestro país asociado a temas de ingeniería o de tecnología, sin embargo Habelson esta convencido de que cualquier modelo de éxito en ciencia o ingeniería esta soportado por un sistema de ‘valores’. Los ‘valores’ no solo son, por tanto corralito de humanistas, aunque algunos de ellos hablen de ello con cierta exclusividad excluyente.
Hagamos ahora lo que proponía John Lennon en Imagine. Imagina una economía basada en un sistema de ‘valores’. Imagina que nuestro ecosistema de empresas e innovación estuviera esencialmente basado en la meritocracia radical y la ‘apertura’ del conocimiento. Imagina a nuestro comercio sin trampas, con reguladores guardianes de esos valores que sacan de él a mediocres, tramposos y ventajistas poniendo a cada uno en su lugar. Y ahora comparen lo que se deduce de este ejercicio de imaginar, con el momento actual de nuestra sociedad, nuestros mercados, nuestra economía.
¿Qué cambios creen que habría que hacer a nuestra realidad para acercarla a ese ecosistema que acabamos de imaginar?.
Y una pregunta final, sin animo de ofender ni de afear la conducta a nadie. ¿Por qué creen que muchas nuestra mejores cabezas trabajan e innovan tan lejos, si aquí se come y vive tan bien y tenemos tan buen clima? Si no es por lo que tenemos… ¿Será por algo que nos falta?
Todos le conocían como fundador de la mejor editorial de libros de informática del mundo (Oreilly&Associates). En realidad, Tim O’Reilly es un humanista con apariencia de hombre de la tecnología, que formuló magistralmente la “Web 2.0”.
Para Tim, hay un antes y un después desde que publicó el 3 de marzo de 2005 –hace ahora casi cinco años- un hoy famosísimo artículo “What Is Web 2.0: Design Patterns and Business Models for the Next Generation of Software” ( Qué es la Web 2.0) transformado ya en texto seminal de formulación de la Web 2.0 que, en un solo esquema, proponía toda una serie de nuevos conceptos y usos del Internet de segunda generación, que ha hecho emerger, en estos últimos cinco años, multitud de nuevos modelos de negocio basados la visión de internet que inicia lo que Tim llama “la Era de los efectos de la red”.
Conceptos como ‘Beta perpetua’; ‘Granularidad de contenidos’; ‘Hackeabilidad’, “Web como componentes –pequeñas piezas dinámicas y levemente unidas-“, Confianza y descentralización radicales, Web como plataforma, Remix, “Tagging” y “es una actitud, una nueva cultura, no se trata sólo de tecnología”, y muchos mas, que aparecieron por primera vez en el ‘meme’ de ése famoso articulo:
Mucho antes de eso, Tim, y su socio Dale Dougherty ya entraron en la historia de Internet siendo los primeros en ‘colgar’ una ‘Web comercial’, es decir con publicidad, en 1993: ‘El Sitio Navegante de Red Global de O’Reilly’ comprado por AOL (América Online) en septiembre de 1995. Tim me ha autorizado expresamente a decir que fue su socio Dale quién le dijo ya en 1993: “Eh!, esto de Internet es importante y debemos estar ahí” y, también, años después, fue también Dougherty quien primero escribió la expresión “Web 2.0” en un e-mail enviado para un seminario que iban a hacer juntos. Pero fue posteriormente, en el citado artículo, donde Tim fijó magistralmente las bases teóricas de la Web 2.0, denominación que hoy universal y se aplica a los nuevos negocios basados en la red. El pionero O’Reilly generó, en el año 2.000, un seísmo en la red, en plena euforia de la explosión de las ‘puntocom’, con su carta abierta a Jeff Bezos afeándole la conducta por su patente de Amazon –carta que reunió 10.000 firmas de apoyo en cuatro días-.
La primera vez que conocí en persona a Tim O’Reilly fue en Vitoria, en Euskadi, con motivo una jornada organizada por Araba Digitala en la que él impartía un conferencia. Pedí hacer un diálogo con él y me habían asignado unos poco minutos, pero yo estaba en poder de un secreto con el que intentar que nuestro diálogo fuera mas largo y fructífero: Tim, no es un ingeniero ni informático –como la mayoría cree-; es un humanista doctorado en Humanidades por la Universidad de Harvard y su tesis doctoral trataba sobre los diálogos de Platón: “la tensión entre lo racional y lo mítico en los diálogos de Platón”. Se lo mencioné al principio, y a partir de ahí nuestras conversaciones se han hecho mas frecuentes y largas, y nuestro diálogos, cada vez mas ‘metafísicos’, como le gusta decir a él.
Tim O’Reilly en una visita a España durante la OSCW en Málaga. Foto Adolfo Plasencia
De su alta formación clásica le viene su extraordinaria capacidad para la formulación conceptual, tan necesaria y escasa en la cultura tecnológica actual. Hemos dialogado para INNOVADORES y por ello comienza hablándome de su empresa, ahora llamada O’Reilly Media, cuya ‘misión’ según Tim es “cambiar el mundo divulgando el conocimiento de los innovadores. Buscamos gente, –dice-, que cree innovaciones realmente ‘disruptivas’, normalmente al margen de las principales tendencias generales empresariales, tanto si se trata de hackers como inventores, desarrolladores de programas de código abierto, gente que son innovadores tecnológicos natos. E intentamos que otra gente siga sus huellas, bien sea documentándolo en forma de libros, con información sobre su trabajo o reuniendo a la gente en conferencias y congresos o en otros eventos y, diciendo también al mundo: mirad qué importancia tiene todo esto. Esa es realmente nuestra misión y todo el resto de lo que hacemos como empresa, son simplemente vehículos para alcanzar esa misión”. Con ello se refiere a las líneas maestras de sus conferencias temáticas de ‘alfa-geeks’, cuyos nombres genéricos mas conocidos son “O’Reilly Tools of Change for Publishing; Velocity Online Conference; O’Reilly MySQL Conference & Expo; GOV 2.0 Online Conference; TOC Conference; Web 2.0 Summit; RailsConf; OSCON. Open Source Convention”, etc.
Tim O’Reilly es un defensor radical del ‘cambio’ y la ‘apertura’ en el mundo digital y en la red. Me dice: “Creo que el cambio es algo natural y bueno. Hay un acento excesivo en la vida moderna con respecto al ritmo del cambio en la sociedad tecnológica. Pero, la emoción de entender, de asumir el futuro, para mí, es un reto intelectual fabuloso”. “Todos los días hay algo nuevo,… verse sorprendido por las invenciones de otra gente. Éste es el maravilloso mundo artístico en el que estamos viviendo”. Y sigue entusiasta: “Como dice el poeta Wallace Stevens, entramos en un futuro en el cual todos estamos tratando de convencernos a nosotros mismos de verdades que, a lo mejor, ni siquiera son auténticas verdades, sino visiones estéticas de futuros posibles”. “Tenemos que ser empáticos, es una pena, algo muy triste ‘desaprender’, cuando se pierden cosas anteriores y, en algún sentido, creo que una de las razones por la que nos hacemos viejos es porque no podemos olvidar del todo. Ser capaz de olvidar y de empezar de nuevo, es una parte importante de ser humano.”
Sobre lo que él llama “código abierto 2.0” opina: “Ahora estamos viendo en realidad una repetición de lo que pasó con el PC, normas abiertas, códigos abiertos que conducen a empresas exclusivas y únicas. Lo primero, en el ‘código abierto 2.0’, es que tienes que reconocer que las aplicaciones líderes o las aplicaciones de la Web no siguen las mismas reglas y, de hecho, todas las licencias de código abierto son obsoletas – sé que mucha gente se quejará de esto que digo- porque las licencias de Open Source se basan en esa idea de: yo te doy el programa y tú sigues estas normas. Pero si tú eres Google no le das programas a nadie, simplemente lo haces”. “El código abierto es distinto”. “Hay una amenaza real para el código abierto que proviene de la Web 2.0. El hecho es que, cada vez más, conforme estas aplicaciones se suben a gran escala en la red… si te dieran el programa no lo podrías ejecutar. Si tuviéramos todos los programas de Google y se los damos a Richard Stallman, no podría gestionar Google, porque necesitaría un par de cientos de miles de servidores y eso cuesta mucho dinero. Esto ya no es el mundo del ordenador personal –estamos ya en la era Post PC-“.
Panorámica de la Keynote inaugural de Tim O’Reilly en la Open Source World Conference (OSWC) de Málaga. Foto: Adolfo Plasencia.
El MIT se ha convertido en la primera universidad norteamericana en crear el acceso libre y abierto on-line a los articulos científicos de todos los investigadores del MIT que lo autoricen. Es una iniciativa de toda la institución y aprobada por unanimidad por su ‘Faculty’. Aunque algunos departamentos ya lo han hecho en Harvard y Stanford de forma individual, pero no lo hicieron sus universidades de forma completa. Todos los articulos de investigación seran distribuidos libremente online por el MIT a través de un sistema de repositorio basado en la plataforma DSpace, desarrollada por el MIT para poner on-line las disertaciones de sus PhD.
La diseminación de los avances cientificos
Uno de los pilares económicos de la ciencia en el modo clásico es la publicación de sus avances mediante artículos que se publican en revistas científicas de referencia, cuyas ‘publicaciones estrella’ son Science y Nature –y sus subsidiarias– que, junto con otras de las mas importantes, son dominio casi absoluto de un potentísimo sector anglosajón que es un monopolio de facto a nivel mundial. Este monopolio, indirectamente, se ha convertido con las nuevas normas del mundo académico español algo importantísimo ya que la publicación en estas revistas (las del ‘índice’) representan beneficios directos para avanzar en la carrera profesional de los científicos y académicos españoles, por estar ligadas a los tramos de investigación. Estos ‘tramos’ son méritos legales que se traducen en beneficios económicos directos en los salarios y méritos de profesores e investigadores, y cuentan decisivamente en el acceso a puestos de nivel vitalicio y al prestigio académico y científico necesarios para aspirar a cargos de alta responsabilidad de gestión o liderazgo científico . El otro pilar son las patentes, que tienen que ver con la financiación y los beneficios económicos para los autores científicos en relación a empresas, que obtienen con la venta de bienes y servicios el ‘retorno’ de los esfuerzos de inversión y del esfuerzo de los científicos. Así, parte del beneficio económico de las empresas que producen las aplicaciones de dichas patentes también es beneficioso para las universidades. Esta es la parte oficial del mecanismo para avanzar en la ciencia y obtener con su aplicaciones el beneficio inherente a su progreso. Por tanto la publicación, no se hace pública hasta que los descubrimientos han obtenido las patentes que permiten legalmente la explotación de la ‘invención’ o ‘avance’. Esto puede llevar a veces un tiempo bastante largo lo cual es un problema para las disciplinas ligadas a la tecnología digital cuya vanguardia avanza vertiginosamente.
Publish or Perish?
La otra cara de esta moneda de la publicación cientifica es la que simbolizan las famosa sentencia ‘publicar o morir‘ (publish or perish?) o la que es peor ‘publicar por publicar‘ (algo prescindible -porque se tiene acceso a ello-), que insinuan lo que ocurre cuando se publica en las revista científicas importantes no para construir un ‘artefacto científico’ que funcione en el mundo real y suponga un impulso para que la ciencia avance o un beneficio empresarial y/o social directo, sino que se publican artículos, muchas veces prescindibles, simplemente para conseguir los beneficios legales quen en el mundo académico suponen la simple publicación sin que tenga ninguna consecuencia en el ‘mundo real’. Existe una soterrada picaresca en muchos ámbitos académicos con el ‘publicar por publicar’ de la que nadie habla, pero de la que todo el mundo conoce ejemplos.
Alguien debería revisar este sistema de publicación prescindible demasiado abundante, desgraciadamente, en el panorama académico y científico español, y europeo, incluso en las universidades públicas, y empezar a analizar en serio el ejemplo de movimiento de apertura científica que ha puesto en marcha el Massachusetts Institute of Technology. MIT como institución en bloque. En el fondo, la iniciativa del MIT, también esta impulsada por urgentes necesidades que induce el empuje de la realidad con su vertiginosa evolución de algunas disciplinas científicas de vanguardia, que no pueden esperar al lento proceso de la publicación monopolizada por las grandes editoriales a través de la revisión clásica ‘por pares’ que tarda casi un año -a veces mas- en difundir un trabajo científico de vanguardia. Por ejemplo, el físico experimental español que trabaja en el MIT en electrónica cuántica y grafeno, Pablo Jarillo Herrero, me describió que en su campo de la nanofísica, él publica ‘en abierto’ (Scientific Commons) desde hace años, al tiempo que envía el articulo a publicaciones como Nature. Eso permite fijar la autoria inmediatamente y compartir casi en tiempo real los descubrimientos con la comunidad de vanguardia de su campo lo cual ayuda a todos a su mas rápida progresión, y también significa un ‘posicionamiento’ extremadamente rápido en cuestiones muy urgentes para la vanguardia en la ciencia avanzada. En cualquier caso el sistema clásico de publicación científica ya sufrió una sacudida con la aparición de la iniciativa Science Commons, una de las facetas de la iniciativa Creative Commons -cofundada y liderada por Lawrence Lessig, catedrático de leyes de la Univ. de Stanford y Hal Abelson, profesor del Laboratorio de Computación e Inteligencia Artificialdel MIT – que aplicaba la filosofía heredera de la mentalidad del conocimiento libre promulgada por las cuatro libertades promulgada por Richard Stallman para el software libre y de la ideas de la famosa propuesta de John Perry Barlow en su articulo sobre la ‘Economía de las ideas‘ que promulga que una idea tiene mas valor cuando mas se comparte que va contra el patentar y encriptar la ideas y por extensión, por ejemplo, según el mismo criterio, patentar el software.
La noticia ahora es que el MIT, pionero en la apertura del conocimiento, ha decidido publicar en un repositorio, -basado en el sistema DSpace, la plataforma desarrollada por el MIT para poner on-line las disertaciones de sus doctorados-, con acceso totalmente libre a todos los artículos de sus investigadores que elijan utilizar el sistema abierto. El MIT es la primera universidad norteamericana de crear este acceso libre y abierto. Hay departamentos lo han hecho individualmente en Harvard y Stanford, pero no la universidad completa como lo acaba de hacer el MIT. Todos los artículos de investigación serán distribuidos libremente online por el MIT en un repositorio on-line según una medida acordada por unanimidad del conjunto del profesorado a propuesta del Comité Ad Hoc del MIT al que pertenece Hal Abelson.
Sin embargo, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) va a dar en principio, según el documento del Comité ‘Ad Hoc’, libertad a los profesores e investigadores para adherirse a esta forma de publicación totalmente abierta -en el mismo sentido de la libertad de elección que dan la licencias Creative Commonsal autor- Dicha libertad es importante para los investigadores y profesores (en el MIT son sinónimos) que aun no tienen la permanencia como catedráticos, para no limitarles por si quieren publicar su obra con determinadas publicaciones científicas que exigen exclusividad cerrada. Los académicos del MIT apoyan esta iniciativa como un primer paso hacia una relación mas satisfactoria entre los investigadores y la ‘industria editorial científica’.
En un documento redactado por el comité ‘Ad Hoc’ del profesorado que propuso la iniciativa de resolución se afirma que “La mejor manera de alcanzar la meta de diseminar los frutos de la investigación es utilizar la acción de conjunto por el profesorado, para permitir al investigador individual distribuir sus textos libremente”, lo cual “es particularmente relevante frente al aumento de las presiones por parte de ciertas empresas editoriales con fines de lucro para ‘versionar’ en provecho propio el acceso a las escrituras académicas que controlan.”
Segun Hal Abelson, aun se tardará un cierto periodo en perfeccionar el nuevo sistema abierto. “Hará falta que mas universidades presionen a las grandes editoriales científicas para obligarlas a realizar reformas, -afirma Abelson-, porque “Aunque el MIT, Harvard y Stanford son lugares grandes en cuanto al número de trabajos de investigación publicados en el mundo de la investigación, estas universidades representan sola una fracción de los trabajos publicados”.
Ya hay antecedentes del uso de sistemas abiertos de publicación de contenidos abiertos en el MIT como la iniciativa MITUPV EXCHANGE, puesta en marcha en al año 2000 y el Open Course Ware, también propuesta en 2000 y puesto en marcha en 2002. Tanto uno como otro estan publicados con Licencia Creative Commons o CC.
El conocimiento abierto en los valores del MIT:
Hal Abelson afirmó en una entrevista para Tecnopólis UPTV que “los tres pilares sobre los que se apoyan los valores del MIT son la meritocracia radical, el conocimiento abierto y la innovación”. El proceso de apertura’ y de libertades en la tecnología que arrancó con la iniciativa GNU de Stallman en el software alcanza ahora a la ciencia, apremiado también por la vertiginosa evolución de la realidad tecnológica. Los sistemas clásicos de publicación científica según el monopolio anglosajón y el sistemas de patentes deberán ser refundados, empujados por este imparable impulso de apertura, puesto que ya de forma evidente están empezando a ser un relentizador del progreso científico cuyo imparable impulso actual exige mas velocidad. El actual sistema académico de la ciencia europea y la española con el deberá asumir a esta ‘apertura’ si no quiere que la vanguardia científica emerja rápidamente con mayor fuerza en otros escenarios del mundo global. En 2006, se titularon en EE.UU. 1,3 millones de universitarios en sus universidades, pero en India lo hicieron el mismo año 3,1 y en China 3,3 millones. En este año, se estima que en el mundo se producirán 4 exabytes (4 elevado a 19 bytes) de información única, mas de la que ha producido la humanidad en nuestros cinco mil años anteriores. Hoy. el volumen de información técnica nueva se duplica cada dos años y entre toda ella esta la nueva información de descubrimientos relevantes. Eso no es el futuro, esta pasando ahora. Vivimos tiempos exponenciales.
La vanguardia de la ciencia europea y su evolución
En el marco este gigantesco proceso acelerado, el compartir de forma abierta e inmediata los avances científicos es ahora una necesidad ineludible. Aquel entorno científico que no actualice los actuales formulas cerradas combinándolas con la nuevas formas abiertas de compartir la ciencia avanzada en tiempo real corre el riesgo de ser sobrepasado por las vanguardias de la investigación que lo dejarán atrás. Y el proceso de patentes actual y su reglas, decisivo hast ahora para la relación de la ciencia y la investigación universitaria con las empresas y los mercados actuales deberá también ser revisado muy a fondo. Europa deberá tener en cuenta este nuevo proceso de ‘apertura’ del conocimiento en su integración científica y académica, aunque ya hay insituciones esuropeas como el CERN, donde se inventó la Web ahora hace 20 años que dió una soberana lección al respecto. La amenaza para la investigación académica europea hoy es que si no lo hace, los escenarios de vanguardia mundial de invención y descubrimiento muy probablemente, irán abandonando el viejo continente para emerger en otras latitudes del planeta, y con ellos se irán lo mejores cerebros científicos europeos. No va a ser fácil para Europa ‘desaprender’ las viejos sistemas que suponen algun privilegio o negocio para algunos que los detentan los convierten en adalides conservadores que se enfrentarán el cambio.
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