El iPhone4 y los ‘costes laborales’

Los ‘costes laborales’ son un factor utilizado frecuentemente como excusa para muchas cosas: deslocalizar una empresa, reducir personal, argumentar falta de competitividad, que un colectivo empresarial pida subvenciones y cosas peores, sobre todo para los trabajadores. Los sindicatos suelen quejarse –en esto con razón- de que es la falsa excusa que utilizan algunos pícaros empresarios para realizar ‘reconversiones encubiertas’.

Hace varios años fui invitado al parque tecnológico de Málaga y visité una factoría de teléfonos móviles que fabricaba varios modelos de ‘marca blanca’ para Telefónica. Una de las preguntas que le hice al responsable de las línea de producción fue sobre qué opinaba de la ‘deslocalización’ en el sector de la telefonía móvil. Él me contestó: “este empresa no se ‘deslocalizará’ –no se reubicará en Asia, etc.- por cuestión de ‘costes laborales’ ya que es un factor que sólo tiene que ver con el 4,5% del precio total del producto”. Entonces, si se deslocaliza será por otras razones –pensé yo-.

Ayer, he recordado aquella conversación al leer en un Suplemento del New York Times de esta semana un artículo sobre los costes del iPhone 4: el teléfono móvil de mas éxito en ventas de la historia: en tres meses a partir del lanzamiento se han vendido un total de 8,39 millones de iPhones. De octubre de 2009 a junio de 2010, la compañía de Steve Jobs ha ganado 9.705 millones de dólares, un 78% más.

iPhone4

Todo ello, a pesar del supuesto fiasco de la antena por el cual Jobs tuvo que interrumpir sus vacaciones en Hawai y salir a dar la cara en una rueda de prensa. Las cifras de aumento de ingresos de la compañía de un 78% este trimestre han enmudecido a los críticos.

Pero ¿qué tienen que ver los ‘costes laborales’ con todo esto? En resumen, según el informe de ‘despiece’ de iSuppli -una empresa de investigación del mercado con sede en California-, que permite conocer el proceso de fabricación del iPhone4, la parte mas pequeña de los costes de Apple en este producto se hace en Shenzhen, China, donde los trabajadores integran microprocesadores para Wi-Fi y telefonía móvil, fabricados en EE.UU.; microchips de Alemania (Infineon); la memoria flash y el procesador de aplicaciones –diseñado en EE.UU- que se fabrican en Corea (Samsung), y los giroscopios (acelerómetros) que fabrica STM Microelectronics de Ginebra. Finalemente, la ‘mano de obra’ industrial clásica para manufacturar y ensamblar el iPhone4 se reserva para la ciudad China de Shenzhen.

Acelerómetro del iPhone4, fabricado por STM Microelectronics, en Ginebra

Cuando leemos en el informe de despiece vemos realmente la mínima repercusión que en el coste del iPhone4 tiene la ‘mano de obra’ laboral –tal como la hemos entendido siempre-. Efectivamente, al igual que me dijo el ingeniero en Málaga, esta alrededor del 5% del coste. Las cifras son: de los 600 dólares que mueve el producto en origen: los materiales son 187,51$, el beneficio asciende a 360$, otro gastos –embalaje, etc.- ascienden a 45.95$, y el ensamblaje y manufactura cuesta tan sólo 6,54 dólares. Es decir, menos del 6% del coste del iPhone 4 de produce en las área de trabajo de bajos salarios del mundo.

Es fácil deducir según esto, a qué tipo de manufactura de producto se deberían dedicarse nuestras empresas en España…

¿Al mismo de Shenzhen que se lleva el 5%?

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